lunes, 2 de abril de 2012

considerando la vida como una aventura creadora.




oscuro lo demás, 
aquí te espera,
frente a mi vida absorta 
o despiadada,
un país al que vuelves 
con los vientos de marzo
en el que tú te apoyas 
para seguir llamándome.
voy a bordar de tibias lentejuelas
este instante que es mío,
a tapizar de fresas y esperanzas
su halo inmaculado.


nueve vidas. pero de pronto 
en mí tu voz 
como un golpe de rara luz que acrece.
música y milagro de lo mismo.
la noche confidente de tu perfil
y la sabia dulzura 
de tus manos conspiradoras astrales.


ardo insomne, místico y solitario.
una solar ternura
besando el beso.
me sorprende 
encontrar al final de un abrazo
mi propio grito erguido y mi propio deseo.
por eso me divido, me desdoblo
en placeres distintos:
y me emociona el recuerdo adherido
al tiempo conciliado, al tiempo único.


yo me sé pasajero de tu bucle.
tú te sabes huracán de mi calma y mi círculo.
te presentí venir desde la ausencia,
que no fue soledad ni lejanía.
mientras mañana, 
o todos los momentos
que velan tras el muro de las horas
permanezcan ocultos,
voy a tomar alegre de la mano
el sol.


como el perro que dormita 
confiado, ser fiel, considerando la vida 
como una aventura creadora.
y vuelvo a tropezar 
en las piedras de los mismos caminos.
y pienso en mi paz 
que algunas veces
sueña con la idea de no serlo,
en huir de mí mismo 
y contemplarme
aún más alto, más puro, más sereno...


un golpe de recuerdos te modela
como a la nube el soplo imprevisible.
la música 
y la enamorada tela
que cruza por tus ojos. suprimible.








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